UV se adjudica tres propuestas de observación astronómica en el telescopio Apex

Proyectos mejor evaluados quedaron posicionados en el cuarto, quinto y octavo lugar en el ranking de selección.

Diez proyectos fueron seleccionados en el Concurso Nacional de Observación Astronómica para el Telescopio Apex (Atacama Pathfinder Experiment), ubicado en el llano de Chajnantor, en la región de Atacama.

De los proyectos ganadores, que se ejecutarán durante el segundo semestre del 2019, tres propuestas -una enviada por la investigadora postdoctoral Karina Mauco y dos por el estudiante del programa de doctorado en Astrofísica UV Alejandro Santamaría- fueron adjudicadas en el quinto, cuarto y octavo lugares del ranking de selección, respectivamente.

El concurso, que se desarrolla en el marco del convenio firmado entre la Comisión Nacional de Investigación Científica y Tecnológica (CONICYT) y la Organización Europea para la Investigación Astronómica en el Hemisferio Austral (ESO), entregó a Karina Mauco 30.8 horas y a Alejandro Santamaría, 5.65 horas y 26 horas para sus respectivos proyectos, en la categoría de tiempo chileno.

El telescopio Apex está ubicado a 5 mil 100 metros de altura y es uno de los observatorios más altos del planeta.

“El Apex es un radiotelescopio, mejor dicho un telescopio milimétrico, que observa el universo en una longitud de onda entre 2 y 0.2 milímetros. En términos de frecuencia, por ejemplo, nuestros celulares funcionan alrededor de 5 gigahertz y aquí estamos hablando de algo que es de 300 o 500 gigahertz. Si quieres estudiar discos protoplanetarios, no los puedes observar en el espectro visible, pues no verás nada, tienes que observarlo en el rango de microondas o de radio. Si quieres observar satélites o estrellas variables no hay problema, puedes hacerlo en el óptico o en el infrarojo cercano. Todo depende astrofísicamente cómo se comporta el objeto y cómo emite la luz”, señala Radostín Kurtev, astrónomo del Instituto de Física y Astronomía UV y director del Centro de Astrofísica de Valparaíso (CAV).

El astrónomo agregó que Apex se creó como prototipo de ALMA (Atacama Large Millimeter Array), equipado con diversos instrumentos. De hecho su antena mide 12 metros de diámetro (al igual que la mayoría de las antenas del complejo ALMA).

“Cuando comenzó a funcionar el observatorio Apex se dio un salto importante, ya que está conectado con un relevante avance en la tecnología, dado que es mucho más fácil observar en el radio (porque la longitud de onda es más larga) y las restricciones sobre las antenas no son tan grandes. En la última década hubo un gran crecimiento tecnológico en esta área, que permitió que fuera posible observar el universo a través de esta importante ventana”, sostiene.

Tal como lo explica el astrofísico, el Apex es un telescopio que ofrece muchas oportunidades al observar en un rango amplio de objetos, desde cometas del sistema solar hasta las galaxias muy lejanas. Todo lo que emite microondas, (lo milimétrico) lo captura el Apex. Lo bueno es que también puede funcionar durante el día, porque el sol (o la luz visible) no lo afecta.

“Los objetos que se van a estudiar son objetos jóvenes, que están dentro de nuestra galaxia. El adjudicarse tres propuestas en un mismo concurso responde al alto nivel de los proyectos presentados. El tiempo en el APEX es muy competitivo, porque no es tan importante el número de propuestas, sino las horas solicitadas y el tiempo disponible. Puede haber un año que llegan quince propuestas y ganan diez, pero en otro año pueden haber las mismas quince y ganan cuatro. Si las mejores piden más tiempo, recibirán su tiempo. Es un logro importante”, destaca el astrónomo.