El hallazgo permitió entender la física de los discos y entregó información sobre las masas de las estrellas, entre otros aportes.

El Observatorio Europeo Austral (ESO, por su acrónimo en inglés) realizó una ceremonia por el quincuagésimo aniversario del descubrimiento de las “súper jorobas”, detectadas por el astrónomo del Instituto de Física y Astronomía de la Universidad de Valparaíso (IFA-UV) Nikolaus Vogt en diciembre de 1972.

El hallazgo se realizó desde el observatorio de La Silla, ubicado en los límites del desierto de Atacama, en la comuna de La Higuera, en la Región de Coquimbo, durante un aumento del brillo de la nova enana VW Hyi.

Tal como lo explicó el doctor Vogt, «se trata de una nova enana, que es un sistema binario conformado por una enana blanca y una estrella de baja masa. Todo el sistema binario tiene un tamaño que cabría dentro de nuestro sol y sus componentes orbitan en torno de su centro de masa en períodos de entre una hora y media y tres horas. Hay variaciones de luz importante basados en el intercambio de masa entre las componentes y el disco de acreción alrededor de la enana blanca. Las ‘súper jorobas’ son variaciones semi periódicas, durante las fases de brillo de alta intensidad en la curva de luz, y se manifiestan como positivas y negativas, es decir, un poco mayor o menor que su período orbital. Durante la etapa de brillo intensa detecté, en diciembre de 1972, las primeras ‘súper jorobas’ observando la estrella VW Hyi y más adelante se confirmó que es un fenómeno muy general en todas las novas enanas de la subclase llamada SU UMa (constelación Osa Mayor)».

El descubrimiento y los numerosos estudios que realizó Nikolaus Vogt para comprender este peculiar sistema binario y su evolución permitieron entender la física de los discos y proporcionaron información sobre las masas de las estrellas y del periodo orbital de este curioso fenómeno astronómico. Posteriormente, el astrónomo descubrió que el disco de acreción es excéntrico durante la fase de brillo intenso del sistema.

La ceremonia, que se realizó en forma híbrida (de manera presencial y remota), fue llevado a cabo en las oficinas de la ESO en Santiago. Participaron cerca de sesenta científicas y científicos, nacionales e internacionales, y fue organizado colaborativamente entre el IFA-UV y ESO.