Un equipo de investigadores de la Universidad de Valparaíso está actualmente trabajando en la asociación entre la frecuencia de la masticación y su impacto en la mejora de funciones cognitivas claves, como la atención y la memoria. Según resultados preliminares obtenidos de estudios piloto, las personas que están masticando obtienen un mejor desempeño en estas tareas cognitivas, y se ha observado un aumento en la actividad cerebral de los individuos durante la tarea de masticación, lo que sugiere una estrecha relación entre esta y la función cerebral. Este hallazgo innovador podría tener importantes implicaciones para la salud a medida que se profundiza la investigación en esta área.
La investigación es liderada por Sebastián Espinoza, académico de la Escuela de Odontología UV, investigador del Centro Interdisciplinario de Neurociencia (CINV-UV) y doctorando del programa de postgrado en Ciencias Biológicas mención Neurociencia de la UV. El investigador explicó que “hemos hecho estudios preliminares, algunos pilotajes, y los resultados muestran que las personas cuando están masticando tienen un mejor desempeño en estas tareas cognitivas y además existe actividad cerebral que está aumentada durante la tarea de masticación”.
También adelantó que “en el laboratorio tenemos herramientas de análisis para ir un poco más profundo, de manera que nos permita identificar cuáles son las áreas del cerebro que se están activando y cuál es la conectividad que ocurre durante estos proceso cognitivos, para comprender cómo está funcionando el cerebro en una teoría de red”.
En este sentido, afirmó que la masticación puede mejorar las áreas del cerebro relacionadas con la función motora, así como las prefrontales o centrales anteriores, lo que a su vez podría mejorar la toma de decisiones. Además, Espinoza destacó que mantener una buena masticación es importante para el funcionamiento adecuado del cerebro en general.
Tiempo de masticación
Los estudios también revelaron que masticar durante al menos un minuto antes de realizar tareas cognitivas puede ser suficiente para obtener resultados beneficiosos y que puede ser posible mantener una función cognitiva activa por más tiempo durante períodos de mayor concentración y estudio.
Un aspecto adicional que resulta interesante dentro de la investigación, es que también se ha simulado el efecto de la pérdida dental mediante el uso de anestésicos. Esta experimentación permite comprender mejor el impacto que dicha pérdida puede tener en la función cognitiva.
“Durante nuestra investigación, hemos podido observar que cuando las personas reciben anestesia local se altera la función cognitiva, lo que afecta negativamente su capacidad de atención, concentración y memoria de trabajo. Sin embargo, descubrimos que cuando les pedimos que masticaran un chicle, recuperaban estas habilidades. Estos hallazgos subrayan la importancia del acto de masticar para mantener una buena función cognitiva. En este sentido, sería ideal que las personas mantengan una buena masticación, especialmente en términos de la salud de sus dientes, o bien que puedan recuperar cualquier pieza dental perdida para mejorar la función cognitiva”, explicó el académico.
Voluntarios
Para los dos experimentos que considera el referido estudio se requieren voluntarios: personas de entre 40 y 60 años, que sean diestras y hayan perdido como máximo un diente. Para ello, se tiene un formulario de contacto en el que se realizan una serie de preguntas y, en función de los criterios seleccionados, se cita a los participantes para realizar el estudio.
Este estudio considera la realización de un electroencefalograma no invasivo, que consiste en colocar unos electrodos sobre el cuero cabelludo de los voluntarios y hacerles realizar tareas de atención y memoria de trabajo mientras miran una pantalla. Los participantes tendrán que responder a estas tareas tanto con anestesia como sin anestesia, masticando y sin masticar chicle. La duración del estudio será de aproximadamente dos horas. La anestesia que se utilizará no es invasiva y se aplicará alrededor de los molares sin inyección. Después de quince minutos, los participantes podrán salir del experimento y manejar sin problemas.
Se necesitan 40 voluntarios para la primera etapa del estudio y, de momento, se han conseguido diez. El objetivo es conseguir una amplia variedad de participantes, tanto hombres como mujeres, y hacer un análisis del estado cognitivo y de equilibrio, que se compartirá con los participantes como fuente de información adicional.
Inscripciones en el siguiente link: https://forms.gle/BAB1TyLKWwrYLqWBA.