Moléculas potenciadoras de vida fueron reproducidas en el laboratorio

El experimento viene a respaldar la teoría que sostiene que la vida se generó en la Tierra con elementos provenientes del espacio.

Reconstituir cómo se originó la vida en la Tierra es una de las piezas del gran rompecabezas que mantiene a los científicos enfocados en hallar la respuesta a una de las preguntas más fundamentales que la humanidad se ha planteado desde las primeras civilizaciones.

Un grupo de investigadores del Centro de Investigación Ames de la NASA, en Moffett Field, California, Estados Unidos, logró recrear en un laboratorio las condiciones cósmicas en que estaba inserto nuestro planeta al momento del origen de la vida (estamos hablando hace unos 3 mil 500 años atrás). Tal como aparece publicado en la revista Nature Communications, los científicos enfriaron hielos de agua congelada y metanol a aproximadamente a –260 ° C, dentro de una cámara de vacío, y luego los irradiaron con luz ultravioleta. “Calentando los hielos irradiados simularon lo que sucede cuando nace una estrella joven”, explica la publicación del 18 de diciembre de 2018. Al analizar el hielo, detectaron uno de los ladrillos de la vida: la molécula 2-desoxirribosa, que −tal como lo señala el artículo− es un tipo de azúcar, que constituye la columna vertebral del ADN.

En otras palabras, este experimento viene a respaldar la teoría de la vida prebiótica, que propone que con elementos del espacio se habría iniciado la historia de la vida en la Tierra, que en un principio alcanzó un desarrollo básico y luego fue escalando a organismos más complejos.

El decano de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Valparaíso (UV), doctor Juan Kuznar, bioquímico, quien dicta un área de la cátedra de Astrobiología, que se imparte en la Facultad, señala que si bien años atrás ya había indicios de la presencia de pequeñas moléculas de azúcares en el espacio, este trabajo demuestra que efectivamente en condiciones de laboratorio se puede recrear la existencia de estas moléculas pequeñas precursoras de la vida.

“La vida en nuestro planeta −que es la única que conocemos− parte de condiciones muy básicas y se inicia gracias a la unión de unas pocas moléculas para formar, por así decirlo, los “primeros ladrillos” con que se construye la esencia de la vida, que son los ácidos nucleicos−por un lado−, que contienen la información, como el ADN o el ARN, pero −por otro lado− tienen los elementos fundamentales para construir las proteínas, que son moléculas que desempeñan un mayor número de funciones en el organismo. Uno de sus principales papeles es el estructural, por lo tanto conforman casi todas las estructuras corporales, como los músculos, la piel, los huesos, etcétera”.

El doctor Kuznar agrega que además, “si descubres que en el espacio, dentro o fuera de un sistema solar determinado, existen moléculas orgánicas, eso demuestra que el Universo es un sitio fértil y que por lo tanto −al igual como en la Tierra y dependiendo de las condiciones– se debería haber formado algún tipo de vida en algún lugar. No hay ninguna razón para pensar que estamos solos en el Universo, por el contrario yo creo que estamos llenos de vecinos”.

Siguiendo las palabras del decano de la Facultad de Ciencias UV, “a diferencia de un automóvil que para fabricarlo se requiere de numerosas piezas, procesos y equipos de personas que lo armen, la vida se hace de manera autónoma. Eso es lo interesante. Es una de las características de la vida, que cada molécula sabe con quién unirse y en qué momento. Entonces cuando descubres, ya sea en el espacio o en el laboratorio reproduces las condiciones del espacio para formar moléculas simples, que son la base de todo lo que vas a construir después en forma compleja, eso te demuestra que la vida tiene que ser algo muchísimo más común de lo que creemos”.