Facultad de Ciencias lanza iniciativa que impulsa el interés por la lectura
Cerca de 200 libros estarán disponibles en dos puntos de almacenamiento de libre acceso.
Biblioteca Abierta es el nombre de la iniciativa que presentó la Facultad de Ciencias para impulsar el fomento de la lectura en su entorno universitario. El proyecto contempla la libre disponibilidad de cerca de 200 libros, que abarcan un abanico de posibilidades que va desde novelas de autores contemporáneos hasta ediciones de revistas y ensayos.
Así lo dio a conocer la coordinadora de Pregrado de la Facultad de Ciencias, Pamela Herrera, quien destacó que uno de los objetivos que se busca con el proyecto es cambiar el paradigma del científico o científica que solo se interesa por contenidos de su disciplina.
“Desde la Coordinación del Pregrado surge la idea de un megaproyecto que se llama ‘Espacios compartidos de la Facultad de Ciencias: Comunidad Facultad de Ciencias’ y la primera intervención que estamos realizando en nuestra facultad es cambiar un poco el paradigma de que los científicos solo leen ciencia o solo les interesa la ciencia”, sostuvo.
Siguiendo las palabras de la académica, el desafío apunta a propiciar un espacio de libre acceso y gestión autorregulada en el que las personas se acerquen a los dos puntos creados para almacenar los libros (libreros, ubicados en la sala de estudiantes y en el pasillo del sector La Isla, a un costado del patio central de la facultad), retiren el libro y luego de leerlo lo devuelvan al mismo lugar de donde lo tomaron.
“La Biblioteca Abierta se creó con donaciones de los mismo docentes de la Facultad de Ciencias. Así complementamos una biblioteca para que nuestros y nuestras estudiantes, funcionarios y los mismos profesores puedan hacer uso de ella. Ahí podrán encontrar de todo, desde novelas hasta diccionarios, es decir, toda la gama de literatura que les pueda interesar. Por ejemplo, están presentes autoras como Isabel Allende y Marcela Serrano, así como también grades pensadores, ensayos, hay libros en inglés y revistas científicas, entre otras publicaciones”.
La académica agregó que “la idea es que si estás en este espacio y te interesa un libro, te lo lleves y lo leas. Es un espacio absolutamente libre, que te invita a la autorregulación, es decir, si te interesa un libro, lo llevas e incluso te lo puedes quedar, en ese caso sería fantástico que trajeras otro para reemplazar el que te estás llevando. Nuestra filosofía es que dónde termine el libro da lo mismo, en el lugar al que llegue va a ser un factor de cambio y mientras sea útil en ese espacio nos damos por felices”.
La coordinadora adelantó que esperan sumar más puntos de lectura durante el año y poder ir renovando el stock de la propuesta, que alcanza, aproximadamente, a 700 personas.