Megaconstelaciones de satélites de internet lanzados al espacio amenazan el desarrollo de la astronomía
Alertan sobre enjambre de satélites desplegados en órbitas bajas a la Tierra, que pondría en riesgo la observación astronómica.
Con el objetivo de proveer de internet satelital a la mayor parte del planeta, incluso a zonas extremas donde la fibra óptica no llega, compañías privadas espaciales han lanzado megaconstelaciones de satélites a orbitar la Tierra, sin considerar el costo que tendrá para la ciencia.
En la actualidad, más de dos mil satélites están en órbita para suministrar internet a una red aproximada de 250 mil usuarios de todo el mundo, incluido el gobierno de Ucrania, que cuenta con terminales de internet satelital del programa Starlink de la compañía Space X, perteneciente al empresario sudafricano nacionalizado canadiense y estadounidense Elon Musk, y que le permiten, por esta única vía, disponer de conectividad digital desde que comenzó la invasión de Rusia, en febrero de este año.
El programa Starlink tiene aprobado el lanzamiento de 12 mil satélites, pero, además, está gestionando un nuevo permiso a la Agencia Estadounidense de Comunicaciones para llegar a 30 mil, según informan medios internacionales.
Esta verdadera red de satélites en órbitas bajas, está interfiriendo en las observaciones astronómicas, constituyendo una real amenaza para el desarrollo de la astronomía, tanto en Chile como en el mundo.
Los astrónomos ven con preocupación esta situación, que prevén será irreversible. El doctor en Astrofísica Eduardo Ibar, director del Instituto de Física y Astronomía de la Universidad de Valparaíso y uno de los primeros en alertar sobre los efectos de la contaminación lumínica desde el espacio, explica que la problemática comenzó a dimensionarse a fines del 2019, cuando se observó que una seguidilla de satélites de Starlink interrumpía la toma de imágenes desde Cerro Tololo.
“Esta situación no fue prevista y no pudimos anticiparnos. La contaminación lumínica que viene desde el espacio es una problemática que afecta de manera relevante a nuestro país, que conserva la mayor cantidad de observatorios astronómicos del planeta, por lo tanto, tiene un efecto directo en el futuro de la astronomía en Chile”, advierte.
El doctor Ibar agrega que a Space X se han sumados nuevas empresas privadas espaciales interesadas en el negocio de internet satelital, como Amazon y su proyecto Kuiper o la compañía de comunicaciones globales OneWeb, con sede en Londres.
“Estos satélites, al pasar por el campo de visión de los telescopios, dejan una especie de estela luminosa, que en las fotografías se ve como un arañazo. Estas rayas se producen por el reflejo del sol en los satélites. No es que los satélites emitan luz, sino que el sol los ilumina y esa luz después nos llega a nosotros”.
Si bien la finalidad de estas megaconstelaciones de satélites es proveer internet a cualquier persona en el mundo desde el espacio, lo que es muy positivo, para el astrónomo UV la falta de políticas que regulen o limiten la cantidad de satélites que se ponen en órbita es un verdadero dolor de cabeza.
“Es como si nosotros quisiéramos conectar Santiago con Concepción: no tendríamos para qué construir cinco carreteras, con una amplia y segura sería suficiente. No es necesario saturar con más autopistas para llegar a un mismo lugar. Acá pasa lo mismo. El problema está en que, en la actualidad, las empresas privadas no se rigen por regulaciones de estados en cooperaciones internacionales, como Naciones Unidas”, señala.
Finalmente el astrónomo acotó que el gran número de satélites desplegados en el espacio expone riesgos de eventuales colisiones entre ellos. También, su presencia complejiza la posibilidad de detectar objetos que representen una amenaza potencial para el planeta. Además, la luz que proyectan puede saturar los detectores astronómicos, que generalmente son muy sensibles, y se perdería contraste para observar objetos más débiles.
Este nuevo llamado de alerta de parte del director de IFA-UV fue presentado también a la Sociedad Científica de Paraguay, donde estuvo presente el doctor Juan Francisco Facetti, embajador ante el Gobierno Federal de Austria y presidente de la Subcomisión de Ciencia y Tecnología del Comité para Usos Pacíficos del Espacio Exterior de Naciones Unidas (COPUOS por su sigla en inglés) y representante permanente ante las Organizaciones de las Naciones Unidas. Junto al doctor Ibar participó María Argudo, presidenta de Sochias.
La presentación se puede revisar en el siguiente link: https://www.youtube.com/watch?v=4uK9Z6WU7CI.